Ver a Yong Hwa en el escenario era una
cosa, pero tenerlo en la habitación de su hotel era algo completamente
distinto. Se sentó en la cama y volvió a oír el murmullo de voces al otro lado
de la puerta, luego escucho el ruido de la puerta de la suite cerrarse con fuerza. ¡Yong
Hwa se había ido!
—Entra —dijo al oír unos golpes
quedos. Sonrió tristemente cuando Hong Ki se acercó a ella con preocupación—.
¿Se ha ido?
—Sí —contestó con voz áspera.
—No hablemos más de este asunto y
esperemos que sea a última vez que lo vemos, ¿mm?
Aquello era mucho esperar, pero
siempre cabía la posibilidad de que un día Yong Hwa tuviera un gesto
completamente desprendido y la sorprendiera.
—No entiendo qué hace aquí. Mi madre
me dijo que estaba en Japon —musitó Hong Ki con irritación.
—¿Tu madre te mantiene informado de
sus movimientos? —preguntó Shin Hye, levantando las cejas con sorpresa. Siempre
había creído que Hong Ki no mostraba interés en Yong Hwa, lo mismo que ella.
—Como sabes, somos la única familia
que tiene y con alguien como él es mejor saber exactamente qué es lo que trama —le
dijo con una sonrisa de pesar—. Aunque no me ha servido de nada esta vez. Pero
mira, como muy bien has dicho, ha sido un día muy largo. Lo mejor será que descansemos y volvamos a pensar en
esto por la mañana.
Shin Hye no quería pensar en Yong Hwa.
Si lo hacía, nunca conseguiría dormir. Pero sabía a lo que se refería Hong Ki.
Estaban demasiado agitados emocionalmente como para aplicar la lógica a aquella
situación. Le sonrió con agradecimiento.
—No te olvides de llamar a Juniel —le
recordó con indulgencia cuando iba a salir de su dormitorio. Hong Ki se detuvo
para esbozar una sonrisa.
—No, a no ser que haya dejado de
valorar ciertas partes de mi anatomía —dijo riéndose entre
dientes mientras salía de la habitación.
Yong Hwa estaba tan equivocado sobre
su relación con Hong Ki. Lejos de ser amantes, Hong Ki había iniciado una
relación con la mujer que había sido su fisioterapeuta durante tres años. Shin
Hye se alegraba enormemente por los dos. Sentía un gran afecto por Juniel y Hong
Ki merecía encontrar la felicidad. Juniel estaba trabajando en Busan en
aquellos momentos, atendiendo a un niño que había sufrido un accidente, pero
estarian juntos en unas semanas.
Tres años… Eso era lo que había
tardado en volver a caminar después del accidente…
Yong Hwa y ella volvían de noche de
una actuación y los dos estaban cansados. Yong Hwa conducía el potente Mercedes
blanco con su destreza habitual, pero no tuvo oportunidad de esquivar el
vehículo que viró bruscamente e invadió su carril y estuvieron a punto de
chocar de frente. Lo que había sido milagroso era que Yong Hwa salió casi
ileso, mientras que Shin Hye resultó gravemente herida en la pelvis y se rompió una pierna, haciendo que los médicos dudaran seriamente de que volviera
alguna vez a caminar.
Permaneció en el hospital durante
semanas, apenas consciente de lo que ocurría a su alrededor, y mucho menos en
el resto del mundo. Cuando regresó a su casa tres meses después del accidente,
lo hizo en silla de ruedas. Pero lo que había sufrido mientras estaba internada
no había sido nada en comparación con lo que encontró allí. La vida había
seguido, tenía que seguir, como le habían dicho, pero lo que nadie le había
contado era que la vida de Yong Hwa había seguido también… ¡sin ella!
Su popularidad en aquella época había
sido tal que los dos tenían compromisos concertados con meses de antelación.
Las actuaciones que debían haber realizado justo después del accidente habían
sido canceladas, pero no las siguientes… ¡y Yong Hwa había seguido cantando pero con
otra mujer!
Shin Hye había conocido a Sue Min
tiempo atrás, cuando coincidieron con ella en un mismo programa un par de
veces, pero había sido una total sorpresa saber que Yong Hwa estaba cantando
con ella, y cosechando mucho éxito, además.
Claro que Yong Hwa le había explicado
que se trataba únicamente de una situación provisional, que en cuanto Shin Hye
volviera a caminar aquella asociación se acabaría. Mientras tanto, Shin Hye se
había quedado sola en casa, luchando para recobrarse de las heridas que le
impedían caminar, mientras que Yong Hwa continuaba desapareciendo noche tras
noche con la otra mujer. Hasta que una noche no regresó a casa…
Shin Hye se estremeció con horror al
recordarlo, y se incorporó bruscamente. No quería recordar aquella humillación
final. Yong Hwa no la había reemplazado únicamente en la parte musical de su
vida, sino en todas, haciendo que Shin Hye se sintiera inútil.
Pero ya no lo era… Había pasado mucho
tiempo reconstruyendo su vida y lo había logrado. Por fin, había conseguido
volver a caminar, volver a cantar, reanudar su carrera artística. Y aunque
sabía que nunca se recobraría de la traición de Yong Hwa, tampoco le parecía
mal: nunca volvería a ser tan estúpida en el amor…
* * *
—Pedí que nos subieran el desayuno —le
dijo Hong Ki cuando Shin Hye emergió de su cuarto a la mañana siguiente—. Pensé
que lo preferirías —añadió con una mueca.
Sonrió a Hong Ki con agradecimiento
mientras se sentaba para servir dos tazas de café.
—Buena idea —le dijo animadamente,
para que no supiera lo agitada que había sido su noche—. ¿Qué planes tenemos
hoy?
Se sirvió una tostada que en realidad
no le apetecía y la untó con un poco de mantequilla antes de mirar a Hong Ki
con expresión interrogante.
—Pensé que tal vez debieras descansar…
—Pero ya descansé ayer, Hong Ki. Y
antes de ayer —le recordó con tristeza—. No hemos visitado la zona todavía.
—El pronóstico del tiempo es de lluvia
—dijo Hong Ki con el ceño fruncido mientras bebía su café.
—Eso no será una molestia yendo en
coche —dijo Shin Hye con una sonrisa. Habían viajado en el BMW de Shin Hye,
optando por la libertad de tener su propio medio de transporte durante su
estancia. Estaba sorprendida de lo reacio que parecía Hong Ki a hacer uso de él—.
¿Ha ocurrido algo?
No la había mirado directamente a los
ojos desde que había entrado en la sala de estar, y parecía tener problemas en
hacerlo en aquellos instantes.
—¿Qué quieres decir? —preguntó con
aspereza—. ¿Qué puede haber pasado? Ya te he dicho que había pedido que nos
subieran el desayuno.
Shin Hye acabó de convencerse de que
algo iba mal. Hong Ki era la persona más calmada y amigable que conocía, y en
aquel momento se mostraba muy agitado por algo.
—Hong Ki, ¿qué ha pasado? —inquirió
con ceño fruncido.
Hong Ki suspiró con pesar y se puso en
pie con agitación.
—Confiaba en que no tuvieras que
enterarte de esto. Te iba a mantener apartada, pero la situación parece empezar
a estar fuera de control y…
—No entiendo nada. ¿De qué situación
me hablas?
—He tenido que dar orden de que no nos
pasen llamadas a la suite, y la dirección del hotel nos envió un mensaje hace
poco informándonos de que han empezado a llegar periodistas. Han conseguido
frenarlos asegurando que no estás registrada, lo que es básicamente cierto,
porque la suite está a mi nombre. Pero dudo que eso los detenga por mucho
tiempo…
—¿Qué pasa exactamente, Hong Ki? —preguntó
agitada, y también se levantó con evidente agitación. Hong Ki exhaló otro
suspiro profundo y se colocó detrás del sofá.
—Trajeron el periódico con el
desayuno. Le eché un vistazo y pedí que me subieran las demás ediciones de la
mañana. Ojalá no lo hubiera hecho, porque cada una era peor que la anterior —gimió.
A Shin Hye le tembló ligeramente la
mano al tomar uno de los periódicos, y el color abandonó su rostro cuando leyó
el primer titular. ¿Park Shin Hye y Jung Yong Hwa se reconcilian también fuera del escenario?
Levantó otro y tragó saliva al ver su enfoque más personal. ¿Shin Hye y Yong Hwa vuelven a estar juntos? Y el último que leyó
le hizo tambalearse. Se han reconciliado
en secreto Shin Hye y Yong Hwa
Reconciliado… Sí, seguían casados,
habían tomado votos en la iglesia… votos que Yong Hwa había roto muy fácilmente
cuando le había convenido.
Se había especulado sobre ellos en la
prensa durante meses, pero al final los rumores se habían disipado y Shin Hye
le había pedido el divorcio en silencio. Yong Hwa había optado por
ignorar su petición y nunca había recibido los papeles, ni firmados ni de otra
forma. Tal vez su matrimonio era una buena protección ante cualquier otra mujer
que esperara de él un compromiso. Fueran cuales fuesen sus razones, Shin Hye
seguía casada con él. Y otra vez habían empezado a especular sobre ellos.
¡¿que?! La dejo, aigooo!! Siento que estoy odiando a YH... Como pudo hacerle eso a SHye... Arg! Y aun tiene el descaro de volver... SHye se fuerte :C, gracias por el cap :D
ResponderEliminarAy! Dios mío~ Estoy que me muero. ¿ShinHye y YongHwa casados? sadsadsdsadas CONTINUALA POR FAVOR. ESTOY EN CRISIS. ESTA MUY BUENO ;; <3
ResponderEliminarQueeeee????Estan casados??? y ademas como fue capas de dejarla en esa situacion??? Yong me decepsionas...con razon ella lo odia y no quiere saber mas de el...
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